Los niños y sus padres tienen que diferenciar claramente entre el periodo escolar y
el periodo vacacional,a aunque LA EDUCACIÓN ES UN CONTINUO QUE NO ADMITE PAUSAS
El eje básico de la educación está en los
padres y son éstos los que deben controlar la diferencia entre el periodo
escolar y el periodo de vacaciones.
Durante el curso escolar los niños reciben, principalmente, la educación
formal que se imparte en los colegios y, a veces, los apoyos de programas extraescolares que
los padres asumen a su cargo, tanto de los gastos como de la dedicación que
comportan. Los padres, responsables siempre de la educación de sus hijos,
completan el desarrollo de sus hijos con pequeñas tareas en casa, socializando
sus conductas, ayudándoles a controlar sus emociones y a gestionar su tiempo
libre.
Los abuelos pueden colaborar el la educación
familiar desde su propio nivel de experiencia, en un ambiente menos exigente,
jugando con la emotividad y con anécdotas de la vida y que tanto interesan a
sus nietos. De todas formas la atención de los abuelos debería ser esporádica,
sin tareas fijas que les sitúen en educadores temporales, campo exclusivo de
los padres.
Durante las vacaciones y como resultado del cese de las clases en el colegio,
se deben replantear las actividades que hemos señalado dentro del curso y otras
nuevas que permitan las condiciones de mayor tiempo disponible de los alumnos y
de sus padres.
Las
rutinas de tareas como hacer la cama
o recoger la cocina pueden realizarse mejor y, sobre todo, hacerlas todos los
días como una colaboración importante con los demás miembros de la familia.
La
gestión de los tiempos libres dentro de la casa tiene que ser orientada por los
padres, pero también ser respetada como opción libre y, por tanto, discrecional
del niño.
Durante
las vacaciones de los padres, más
cortas que las de los niños, suponen días de convivencia de toda la familia
orientados a un disfrute generalizado como compensación a los trabajos que se
vienen haciendo en el resto del año. Durante esas vacaciones, se vaya o no al mar,
a la montaña o a otro lugar, debe primar el pasarlo bien y solo sería exigible
la colaboración en las tareas domésticas. Cabe también hacer charlas más
prolongadas, lecturas, comentarios, juegos de mesa, deportivos, etc.
Participando todos los miembros de la familia y, si puede ser, con otros
vecinos y amigos.
Cuando
los padres trabajan y los niños no tienen clase es el periodo más complicado y conviene plantearlo
muy bien. Dejar a los niños con los
abuelos no parece ser una buena medida; ya dijimos que con los abuelos
funcionan mejor las relaciones esporádicas, aunque pudieran estar con ellos
unos poquitos días.
recomendamos llevar a los
niños a campamentos (urbanos / externos) Que no es llevarles a un colegio, aunque físicamente
utilicen instalaciones de colegio. Supone primar la convivencia, favorecer la
inteligencia emocional y las relaciones con los demás. Y, en este contexto,
disfrutar con el deporte , los juegos y el uso de otra lengua, el inglés, que
tanto van a necesitar.
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