Entrar en el Real Madrid es altamente complejo. Ser parte de su estructura, absorber su historia, conocer sus valores, alimentarse de su idiosincrasia y encontrar un sitio en su vestuario, es altamente complejo.
El vestuario del Real Madrid es un ecosistema salvaje donde no vale solamente ser buen futbolista, pues esto ya se presupone, sino que se necesitan de unas extraordinarias habilidades sociales para poder encajar dentro del grupo, y sobre todo que el "sistema" no se vea resentido ni con tu llegada, ni con tu presencia.
Seguramente mucha gente le advirtió de lo complejo de ese vestuario, probablemente se quedaron cortos. Ha sabido estar en silencio a la sombra del Rey León Cristiano Ronaldo, ha sabido ocupar el espacio que le dejaban y convertirse en una pieza más del puzzle para poder encajar. Su silencio, los años, la experiencia adquirida, las críticas y las ovaciones han hecho que se convierta en el futbolista más determinante, carismático y auténtico líder de este Real Madrid.
Las cosas no suceden por casualidad, él ahora es el “León” y ocupa esta posición porque supo entrar en silencio en un ecosistema incierto, supo no ser León cuando no había que serlo, aprendió a aceptar, a adaptarse y a saber aguantar, resistir y persistir.
Probablemente sea el próximo Balón de Oro o no, pero antes de eso el próximo sábado 28-5-22 llevará el brazalete del Real Madrid en el final de la Champions contra el Liverpool, liderarà un equipo, una afición, un escudo, una ciudad y una historia; pero sobre todo se liderarà a él mismo, porque sabrá perfectamente el camino que le ha llegado hasta aquí, y no ha sido otro que aquel donde ha tenido que demostrar cintura, flexibilidad y una alta regulación emocional para saber ocupar el puesto que en cada momento estaba pensado para él. Llegar sin hacer ruido es la mejor manera de salir al final ovacionado, a la altura de muy pocos.
Post realizado por Andrés París. (Pedagogo deportivo)