A través de este blog pretendo que compartamos experiencias educativas y deportivas.

lunes, 23 de mayo de 2022

Benzema: Del silencio al Balón de Oro

Entrar en el Real Madrid es altamente complejo. Ser parte de su estructura, absorber su historia, conocer sus valores, alimentarse de su idiosincrasia y encontrar un sitio en su vestuario, es altamente complejo. 

El vestuario del Real Madrid es un ecosistema salvaje donde no vale solamente ser buen futbolista, pues esto ya se presupone, sino que se necesitan de unas extraordinarias habilidades sociales para poder encajar dentro del grupo, y sobre todo que el "sistema" no se vea resentido ni con tu llegada, ni con tu presencia.

Es decir, se recomienda entrar en silencio, haciendo poco ruido y siendo consciente del entorno y del contexto tan agresivo al que te enfrentas. Así fue como, a mi entender, entró Benzema en el vestuario, en un silencio propio de quien conoce los códigos de la “selva” y no quiere molestar a los “leones” del "sistema" para sobrevivir en un contexto altamente complicado. Su gran aliado, sin duda, unas extraordianrias habilidades sociales para saber cuál era exactamente su posición, su puesto y sobre todo su rol.


Seguramente mucha gente le advirtió de lo complejo de ese vestuario, probablemente se quedaron cortos. Ha sabido estar en silencio a la sombra del Rey León Cristiano Ronaldo, ha sabido ocupar el espacio que le dejaban y convertirse en una pieza más del puzzle para poder encajar. Su silencio, los años, la experiencia adquirida, las críticas y las ovaciones han hecho que se convierta en el futbolista más determinante, carismático y auténtico líder de este Real Madrid.


Las cosas no suceden por casualidad, él ahora es el “León” y ocupa esta posición porque supo entrar en silencio en un ecosistema incierto, supo no ser León cuando no había que serlo, aprendió a aceptar, a adaptarse y a saber aguantar, resistir y persistir.


Probablemente sea el próximo Balón de Oro o no, pero antes de eso el próximo sábado 28-5-22 llevará el brazalete del Real Madrid en el final de la Champions contra el Liverpool, liderarà un equipo, una afición, un escudo, una ciudad y una historia; pero sobre todo se liderarà a él mismo, porque sabrá perfectamente el camino que le ha llegado hasta aquí, y no ha sido otro que aquel donde ha tenido que demostrar cintura, flexibilidad y una alta regulación emocional para saber ocupar el puesto que en cada momento estaba pensado para él. Llegar sin hacer ruido es la mejor manera de salir al final ovacionado, a la altura de muy pocos. 


Post realizado por Andrés París. (Pedagogo deportivo)




domingo, 22 de mayo de 2022

RECOMIENDO NO LLAMAR FINALES A LOS PARTIDOS QUE NO SON FINALES



A medida que las temporadas se acercan a su fin es muy normal que los equipos, entrenadores, aficiones se refieran a los partidos que quedan como finales (nos quedan 7, nos quedan 3 finales, etc...) esta forma de dirigirse a estos últimos partidos no la recomiendo y lo argumento en el siguiente post:

No recomiendo

1) No debería considerarse como final tanto en cuanto no lo es. Una final es algo finalista como la propia palabra indica, es decir, no hay nada más detrás de esa final. Además, tiene un contexto distinto y determinado.

2) Los equipos que mejor compiten no distinguen entre finales o no, sino que han aprendido a competir cada partido y se enfrentan a cada partido con el convencimiento de gestionar extraordinariamente bien sus recursos en función de un objetivo.

3) Hacer especial una situación no garantiza gestionarla bien, al revés. Hacer especial 5 partidos es una utopía, el futbolista de alto rendimiento está preparado para competir los 38 partidos regulares de Liga, pero no para jugar 5 finales seguidas.

4) Las finales colocan al futbolista de alto rendimiento en modo supervivencia, aumenta la presión, la responsabilidad y la sobre emoción; justo lo que intentamos evitar. Cargar con más presión, responsabilidad y emoción es un grave error.

Recomiendo

Un partido es una gestión de una incertidumbre, por tanto recomiendo preparar el partido rescatando todo aquello que venimos haciendo bien, identificar todas las cosas que durante la temporada venimos haciendo mal y no tanto de hablar de finales como solución, sino verdaderamente poner soluciones físicas, técnicas, tácticas y/o emocionales psicológicas para afrontar estos partidos.

Para este tipo de partidos se necesitan jugadores inteligentes, reflexivos, responsables y con una alta regulación emocional y no al futbolista sobreexcitado, sobre presionado o cargado con una fuerte responsabilidad.

Post realizado por Andrés París (Pedagogo deportivo)