Nuestros padres, abuelos en la actualidad nos cuentan que, en su casa, procuraban sacar adelante a su familia, trabajando al máximo,
con el mayor grado de responsabilidad en todas las decisiones que tomaban de
menor o mayor importancia. La decisión siempre era de los padres y el rol de
los hijos se concretaba en obedecer, libres
de toda carga decisoria. Bien es verdad que el abanico de posibilidades
de decisión era muy reducido y las alternativas muy escasas.
Actualmente nosotros, hoy padres en la actulidad, hemos dejado que nuestros hijos asuman papeles de mayor protagonismo. Los padres les
consultan en casi todas las cuestiones familiares trascendentes o no: ¿ Quieres tener otro
hermanito? ¿Vamos al pueblo este fin de
semana? ¿Comemos hoy en un
restaurante? ¿Te apuntamos a los
primeros del cole? ( He visto a padres decir: "he quitado a mi hijo de la actividad de teatro porque el niño me dice que no aprende)?????? . Estas cuestiones claramente corresponden al ámbito de decisión de los padres que no han
debido minorar sus propias responsabilidades en beneficio de impulsar una mayor
participación de sus hijos en el entorno familiar.
Los
pedagogos nos preocupamos por la deriva que van tomando las relaciones
padres/hijos. No estamos de acuerdo con los modelos anteriores rígidamente
jerarquizados, pero tampoco con los
actuales en los que se consulta prácticamente todo a los hijos, siendo estos quienes marcan el rumbo de una familia.
Los hijos
deben participar en las decisiones que les afectan directamente si, verdaderamente,
son alternativa y no tenemos razones suficientes para inclinarse en uno u otro
sentido. ¿Cuales de estas zapatillas prefieres?
¿A qué quieres que juguemos ahora?
¿Leche sola o con cacao? Etc….decisiones que hacen que el niño vaya asumiendo responsabilidad y forjando su personalidad.
Pero son
los padres los que deben guiar todas las
decisiones familiares: A ir a casa de los abuelos. A disponer la comida que
corresponda para ese día. A poner los horarios de levantarse, acostarse, hacer
deberes, etc. A decidir las actividades complementarias/extraescolares que los
niños van a tener en el colegio. A fijar las fechas y lugares de vacaciones… y un largo etc...Los niños deben ser liberados de las cargas de planificar y decidir asuntos
familiares. Los padres, con la mejor
intención y generosidad deben asumirlas, aunque puedan equivocarse. Lo habrán
hecho pensando en lo mejor para toda la familia.