En el primer curso de cualquier carrera vinculada a titulaciones educativas te cuentan, y con toda la razón , que Educación y dinero no se llevan bien. Y es cierto, en educación siempre faltan recursos , que a la postre los recursos no dejan de ser dinero.
Lo mismo pasa con los salarios, seguramente los profesores reciben salarios por debajo de lo que deberían percibir, estoy de acuerdo, pero tienen un salario emocional, que ninguna profesión tiene, y eso vale muchas veces mas que cualquier sueldo.
A que llamo salario emocional, lo llamo a:
La complicidad que se siente con los alumnos, a las sonrisas que se reciben diariamente, a las palabras de ánimo que nos dicen, a que nos hacen sentirnos guapos/as, importantes y sabios. Creen en nosotros, compartimos secretos con ellos, les vemos aprender, nos dan besos, abrazos, nos hacen retratos, les gusta nuestra voz, les calma nuestro hombro, y sobre todo porque nos quieren de verdad, sin pedirnos nada a cambio.
El dinero es importante, pero este tipo de gratificaciones quizá más.
Este privilegio debe ser vuestra inercia.