Me pareció de mi infancia (tengo 38 años), de otro contexto social, como si aún no hubiera TV, ni Ipad, ni Ipod, ni ningún aparato de los que entretienen a los niños.
El lugar, la calle de una urbanización. La hora, entre las 10 y las 12 de la noche. Un grupo de adultos hace tertulia en una terraza, mientras un grupo de niños y niñas de diferentes edades y diversas nacionalidades juegan a juegos populares como El ESCONDITE, EL RESCATE, EL PILLA PILLA, EL PAÑUELO, LA ZAPATILLA POR DETRÁS, EL BALON PRISIONERO, ETC...
Pude observar como los niños y niñas disfrutaron la experiencia y querían seguir jugando a pesar de ser las horas que eran. Me interesó mucho el interés que despierta en los niños y niñas aquellos juegos propios de los pueblos; los niños fueron capaces de flexibilizar normas en favor de los más pequeños; lo importante era el colectivo, sus relaciones y el sentido social de pertenencia a una Comunidad. Me fui a la cama muy satisfecho y mis hijos cansados pero felices de esperar la noche siguiente para repetir la experiencia. Y pude ver en las caras de mis hijos, ese cansancio de alegría después de haber estado jugando, corriendo y disfrutando, y sospecho que era la misma cara que debía tener yo cuando en mi pueblo Villamanrique de Tajo en verano mis padres y otros padres sentados al fresco esperaban que nosotros jugásemos a los mimos juegos.
BENDITO VERANO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡