Cuando termina el curso escolar,
a los niños se les pueden presentar como 3 tipos de referentes principales de
ubicación:
- Con los padres. Es la parte más importante para las vacaciones de los niños, pudiendo compartir con ellos muchas más actividades lúdicas, deportivas y culturales.
- En campamentos, urbanos o en la naturaleza, donde priman los aspectos relacionados con su autonomía y con las relaciones entre iguales
- Con los abuelos. Hoy nos vamos a fijar un poco más en esta alternativa. Desde luego, mandar a los niños con sus abuelos no puede ser considerado como el último recurso porque no sea posible otro.
La alternativa de los abuelos es muchísimo más importante,
Los abuelos aportan un cariño que, a veces, no es fácil de calibrar. Ya han
pasado por la vida y su realismo respecto al alcance y sentido de la misma
genera sentimientos muy fuertes hacia esos hijos de sus hijos de los que se ven
liberados de la responsabilidad directa de su educación y sin embargo los
sienten tan suyos…. Los abuelos aportan experiencias en forma de vivencias de
épocas pasadas que otros no pueden ofrecer. Los niños gozan de esas
“batallitas” de cuando los abuelos eran niños, de sus juegos, de las canciones
que cantaban, de sus anécdotas, de cómo eran sus padres cuando niños y las
cosas que hacían. Los abuelos son fuente de cariño y de experiencias familiares
y sociales por las que los niños se sienten muy interesados. ¿Qué otras
personas podrían ofrecer lo mismo?
Ocurre, sin embargo, que los abuelos no deberían tener a
los nietos durante gran parte de las vacaciones. Los niños necesitan la
variedad de ambientes y actividades para estimular su desarrollo. Los abuelos,
por lo general, no pueden atender debidamente a sus nietos mucho tiempo porque
precisan reparar fuerzas.
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