Quiero haceros llegar una
reflexión acerca de los padres/madres que recogen sistemáticamente tarde a sus hijos,
después de vivir varias situaciones complicadas en lo que llevamos de 2017.
Como director del departamento de IDRA Socioeducativo, he tenido que gestionar muchas situaciones de este calibre a lo largo de mi carrera.
Me refiero a esos padres o familiares
que no recogen a sus hijos, y hace que se tengan que se activen los protocolos.
Desde aquí quiero deciros que el protocolo que se activa, como norma general, es:
1. Llamar a los padres.
2. Contactar con familiares próximos.
3. Contactar con responsables del centro educativo.
4. Llamar al agente tutor. (último recurso cuando la espera excede de una hora u hora y media)
Si nos ponemos en el lugar del
menor, no sé si podríamos imaginar todos los sentimientos que pueden acumularse
dentro de él…incomprensión, tristeza, abandono, impotencia, miedo.
Por desgracia, me ha tocado ver
en más de una ocasión como un menor se ha tenido que ir en un coche patrulla,
acompañado de la policía, ante la imposibilidad de contactar con algún
familiar.
Si los padres, familiares
responsables, parasen un minuto a pensar en la huella que puede dejar este hecho en un
niñ@, estoy convencido que serían más puntuales.
Un niñ@ no tiene derecho a que se
lo lleve un coche patrulla, a vivir esa experiencia, aunque me
consta que son tratados de una forma exquisita.
Debería tener una repercusión
mayor para los padres o tutores responsables del menor.
Quiero resaltar la figura del
monitor o coordinador de la actividad extraescolar que, en la mayoría de
las ocasiones, se quedan acompañando a los niñ@s hasta que se resuelve la
situación, sin su apoyo la situación que viven sería más traumática.
Esperamos que tomen conciencia y
que no se repita más esta situación tan desagradable.
Post realizado por Daniel de Miguel @danielodiroma
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