En un mundo insolidario lleno de zancadillas y codazos, deberíamos parar a reflexionar para ver que somos capaces de hacer para mejorar esto.
En este mundo no todo está perdido sino que queda mucho por hacer, mucho y bueno. No debemos derrotarnos, debemos ser fuertes, no debemos conformarnos debemos ser críticos, no debemos quedarnos parados debemos ser dinámicos, no debemos mostrar indiferencia debemos estar comprometidos.
La paz, la solidaridad, el amor,etc ( a partir de ahora denominados valores), todos ellos están más cerca de nosotros de lo que nos creemos. Estos valores empiezan por nosotros mismos, y por nuestro entorno más cercano. Debemos buscar esos valores dentro de nosotros ¿Cómo? No lo sé, pero debemos buscarlos, así será el único modo de poder encontrarlos.
Cada minuto de la vida debemos vivirlo intenso, cada segundo con tu hermano debe ser el más importante, cada cerveza con un compañero de trabajo debe ser como el último, cada beso a tu pareja debe ser como el primero, cada llamada a tus padres debe ser recibida como una gran noticia, debemos aprender a disfrutar los momentos que nos ofrece la vida. Probablemente ni en cuatro vidas que viva me dará tiempo a irme satisfecho, y como encima solo voy a vivir una, quiero que sea de verdad, que sea real, y que sea lo más intensa posible.
Es por ello que quiero disfrutar, quiero disfrutar de la gente de mi entorno, quiero ser feliz y ayudar a los demás que lo sean.
Me he propuesto lo siguiente: Tengo una hipótesis que es la que quiero llevar a cabo.
Cuantas veces hemos oído a los demás o en nuestras propias palabras que SOLO se recuerdan las cosas buenas de la vida. Si todo el mundo lo dice y yo mismo, será que es verdad.
Por tanto y a partir de ahora intentaré recordar todo lo que me suceda como un aspecto positivo, como un aspecto enriquecedor, y cuando digo todo me refiero a todo.
Y cuando cada minuto de mi vida sea positivo, y cada minuto sea de ayuda al de al lado y cuando cada minuto sea como el último, al cabo de los años cuando me encuentre en el epilogo de mis días serán tantos mis recuerdos, que no sólo no me dará miedo irme, sino que me iré cansado, cansado en el sentido de que mi cerebro ya no podrá alcanzar mayor memoria, y me iré satisfecho, pleno, con una vida llena de alegrías, de recuerdos y de solidaridad.
¿te animas? te invito a un viaje de verdad.....
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