Si te fijas bien en la foto, se le ve a él jugar… y a mí disfrutar, sentado en la grada. Cada vez que lo veo en el campo, mi memoria viaja a aquellas primeras veces en que lo veía correr detrás de un balón. Desde entonces, he querido estar ahí, no por obligación, sino por elección propia.
Para mí, estar presente detrás de él —literalmente en la grada y simbólicamente en la vida— es una forma silenciosa pero poderosa de decirle: “estoy contigo, siempre.”
Estar entre el público, no es un sacrificio… es un privilegio. Cada partido me recuerda que estos momentos no volverán, que el tiempo pasa rápido, y que cada encuentro es una historia que compartimos sin necesidad de palabras.
A los padres y madres que lean esto: no subestiméis el poder de la presencia. Tal vez nuestros hijos no lo digan ahora, pero un día comprenderán que detrás de cada paso suyo… siempre estuvimos nosotros.
#PedagogíaDeportiva
Escrito de Andrés París @andresparis