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Estamos en el ojo del huracán de un momento histórico. Pero después de la tormenta siempre llega la calma. Y ese será el momento de los cambios permanentes, de la nueva vida a la que tendremos que adaptarnos, de los aprendizajes inmediatos independientemente de la edad que tengamos.
En este sentido nuestros hijos e hijas juegan con ventaja. Son los más pequeños de la casa los que nos han dado una lección de paciencia, adaptabilidad y creatividad. Nos hemos visto inmersos en una digitalización total en ámbitos en los que hace apenas 3 meses no hubieran tenido cabida de otra forma que no fueran presenciales. Pero, estos cambios…¿han llegado para quedarse?.
Bien, pues la respuesta está en nuestras manos. Las ventajas que ofrece cualquier formación online están empezando a mover la balanza a su favor con respecto a los contras. Estamos descubriendo cómo nos podemos organizar mejor en horarios. El ritmo frenético que llevábamos antes de la pandemia nos hacía creer que no nos daba tiempo a nada, íbamos con prisa a todas partes, teníamos que decidir entre realizar unas actividades u otras por pura logística.
Nosotros siempre hemos apostado por las extraescolares como una forma de diversión y de formación. Hemos defendido su valor educativo por encima del concepto “guardería” para niños y niñas hasta que sus padres pudieran ir a recogerles tras la jornada laboral. Como expertos en educación, nuestra experiencia aconseja buscar extraescolares que por un lado motiven al menor, y por otro, tengan sentido educativo para los progenitores.
En esta línea, encontramos una nueva forma de ver las extraescolares. La versión online. ¿Qué beneficios vamos a conseguir?
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La múltiple elección: los días de la semana están
limitados. Hasta ahora era muy típico ver el caso de: lunes y miércoles inglés;
martes y jueves yoga. Si se pudiera hacer inglés dos horas a la semana sin
necesidad de ser los lunes y los miércoles, tendríamos la opción de no
limitarnos a dos actividades. La posibilidad de hacer una hora suelta de baile,
de refuerzo de matemáticas para recuperar ese examen que se ha quedado un poco
flojo, etc
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La
flexibilidad horaria:
como ya comentábamos en el punto anterior. Es posible que no todos los días
tengamos la misma energía, poder autogestionar las actividades para organizarnos
con el resto de miembros de la familia o en función de como nos sintamos cada
día es una de las mayores ventajas que ofrece.
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El tiempo en familia: una gran novedad es que los
padres puedan presenciar las clases o parte de ellas, se interesen por lo que
hacen sus pequeños y puedan compartirlo después de la actividad. Serán
partícipes en cierto modo y sentirán la seguridad de conocer la calidad de la
clase y del docente.
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Disminuir
los desplazamientos:
poco mas que añadir… todos sabemos la locura que supone ir de un lado para otro
con el tiempo pegado y con la sensación de no llegar nunca a tiempo. Reducir
los trayectos, producirá la sensación de liberación y de aprovechamiento de las
tardes.
Y muchos os preguntaréis ¿y
no hay ninguna pega? Es obvio que estas novedades tienen algunos cambios como
pueden ser la disposición de ciertos materiales: tecnológicos, audiovisuales,
deportivos etc, que serán necesarios para la realización de algunas de las
actividades. Serán estas las decisiones que cada familia tendrá que tomar a la
hora de elegir las extraescolares. No obstante, lanzarnos al mundo online no
nos tiene que dar miedo, es un complemento más del que poder hacer uso para
facilitarnos las rutinas diarias.
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