BULLYING Es el término que se
usa para describir diversos comportamientos no deseados realizados por niños/as
y adolescentes, que van desde insultos, agresiones físicas recurrentes,
humillaciones públicas, bromas pesadas o rechazo explícito al que son sometidos
los escolares por parte de algún o algunos de sus compañeros y de los que no
pueden defenderse por ellos mismos”
CONSEJOS PARA LOS
ESPECTADORES
¿Sabías
que si alguien que esté presenciando una agresividad dice «¡Basta ya!», en la
mitad de los casos se termina la agresividad? tenemos que hacerlo. No hacer
nada es ponernos del lado del agresor/a.
Si
sientes que no puedes decir nada, vete del sitio y díselo al adulto más
cercano. ¡Eso no es acusar! Es ayudar.
Si el colegio tiene un programa de informe
de agresiones, como una línea de teléfono especial o un «buzón de agresores», o
un e-mail, úsalo.
Ayuda
a la víctima se lo cuente a sus padres o a un profesor/a.
Si el
acosado/a no quiere hablar con nadie, ofrécele hablar con alguien en su nombre.
Involucra
tanta gente como puedas, incluso a otros amigos/as o compañeros/as de clase, a
padres/madres, maestros/as, orientador/a o director/a.
No uses
violencia contra los agresores/as ni trates de vengarte por tu cuenta. Es
posible que por hablar o ayudar a alguien, hayas hecho que el agresor/a quiera
ir contra ti.
CONSEJOS
PARA LAS VICTIMAS
Ignora
al agresor/a, como si no lo oyeras, ni siquiera lo mires.
No
llores, ni te enfades, ni muestres que te afecta, eso es lo que el agresor/a
pretende.
Responde
al agresor/a con tranquilidad y firmeza. Di, por ejemplo: «¡No!» «Eso es lo que tú
piensas.»
Aléjate
si es necesario o si crees que puede haber peligro. Vete a un sitio donde haya
adultos.
Si
eres víctima permanente de los agresores/as, «lo más importante» es que
hables con un adulto.
Pide
ayuda a tus padres. Haz que tus padres lo hablen con alguien del colegio, no
con los padres del agresor.
Si
sientes que no les puedes contar a tus padres o que tus padres no te apoyan de
la manera que necesitas, habla con otro adulto en quien confíes: un profesor/a,
el director/a, el orientador/a. Si no quieres hablar de ello con nadie a solas,
lleva un amigo/a, hermano. Te ayudará mucho llevar a alguien que haya visto
cuando te agreden.
Y,…, tenlo muy claro:
Tú no tienes culpa.
Acude siempre a
alguien, no estés solo/a.
Tú no eres el del
problema. Es el agresor el que tiene el problema.
Post extraído en
formato resumen de las sesiones realizadas por Andrés París @andresparis1 y su equipo
en varios colegios de madrid
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