Hay muchos padres/madres, que amenazan a
sus hijos con quitarles del equipo de fútbol al que pertenecen si no mejoran
sus rendimientos escolares. A primera vista, puede parecer una medida muy oportuna, que obliga al niño a estudiar más si no quiere perder esa
actividad tan importante para él como es el fútbol, su club, sus amigos, su
entrenador, etc.
Sin embargo, mi experiencia y la de
otros colegas pedagogos desaconseja esta medida. No conozco un solo caso de
que, cumpliendo la amenaza, el padre/madre saque al niño del equipo y
consiga que éste se vuelva un buen estudiante.
Es probable que los malos
resultados académicos estén más relacionados con las posibilidades reales
del niño, de sus emociones, de su motivación, de sus hábitos familiares,
de sus estrategias para saber estudiar, etc.
Como digo a muchos padres, si le
quitas de fútbol y se pone a estudiar has acertado, pero y ¿si le quitas de
fútbol y sigue suspendiendo? ¿qué otra arma te queda?
Su pertenencia a un equipo de
fútbol es una fuente de posibilidades que tenemos que aprovechar: interés,
motivación, participación en una tarea colectiva entre iguales, autoestima, aceptación
de normas, valores de convivencia, disciplina, esfuerzo, etc.
Es un tema complicado y
controvertido. Desde nuestra posición hacemos ver a los padres/madres que no es
la solución. La solución pasa por medidas como:
·
Ayudarle a estudiar
·
Hablar con sus
tutores y saber dónde falla para ponerle remedio.
· Enseñarle a
gestionar el tiempo ( los niños
son especialistas en perder el tiempo) que dediquen tiempo al estudio, al
entrenamiento, ocio, etc
· Que el entrenador
sepa que el niño no está llegando a los resultados esperados
como estudiante.
·
Pactar con el
entrenador algún tipo de medida, sin que
el niño lo sepa, que pueda tener un impacto en su comportamiento.
Post realizado por Andrés París @andresparis1 coach
profesional
3 comentarios:
Me parece muy correcta esta explicación y evidentemente esta respaldada por el curriculum de su autor..pero mi pregunta es...¿es correcto tomarlo como medida cuando el niño es especial, o tiene algún tipo de trastorno de conducta como es el síndrome de asperger,teniendo un alto cociente intelectual, y está obsesionado por el fútbol,en todos los aspectos,siendo el único tema que gira en torno a su vida,suspendiendo todos los exámenes,habiendo creado una falsa prepotencia derivada en que es el mejor jugador del mundo,pese a apuntarlo a este deporte por su bajo grado de desarrollo en la psicomotricidad gruesa,y compaginado y atendido por sus psicólogas de terapia? A veces no es tan fácil tomar una decisión de tal calibre..y como ha dicho hay que ver si el suspenso es derivado de otras carencias o bien personales o de técnicas. Pero nos encontramos a veces algunas madres con esta paradoja,y aún teniendo ayuda de profesionales y entrenadores...ninguno sabemos cual puede ser la elección correcta. Atentamente,una madre preocupada.
Me parece muy correcta esta explicación y evidentemente esta respaldada por el curriculum de su autor..pero mi pregunta es...¿es correcto tomarlo como medida cuando el niño es especial, o tiene algún tipo de trastorno de conducta como es el síndrome de asperger,teniendo un alto cociente intelectual, y está obsesionado por el fútbol,en todos los aspectos,siendo el único tema que gira en torno a su vida,suspendiendo todos los exámenes,habiendo creado una falsa prepotencia derivada en que es el mejor jugador del mundo,pese a apuntarlo a este deporte por su bajo grado de desarrollo en la psicomotricidad gruesa,y compaginado y atendido por sus psicólogas de terapia? A veces no es tan fácil tomar una decisión de tal calibre..y como ha dicho hay que ver si el suspenso es derivado de otras carencias o bien personales o de técnicas. Pero nos encontramos a veces algunas madres con esta paradoja,y aún teniendo ayuda de profesionales y entrenadores...ninguno sabemos cual puede ser la elección correcta. Atentamente,una madre preocupada.
May lo primero agradecerte tu participación activa en el blog. Lo segundo darte la razón, ya que sobre una generalidad que comento hay excepciones y casos particulares y el que me comentas es uno de ellos. En el caso concreto del que me hablas, habla que ver hasta donde llega esa obsesión y como bien dices, tratarlo entre entrenadores, profesores, padres, psicologos, etc...
Un saludo
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